La libélula

dragonflyLa libélula te muestra cómo reconocer lo que verdadera­mente es real y lo que en realidad es ilusión en este mundo de la forma. Mientras es larva vive en el ámbito del agua y la tierra, es más pesada y sus facultades están sin aprovechar. Se alimenta de ve­getales pero anclado a ellos no vuela, está madurando. Ella cree entonces que esa es su realidad: comer, nadar, crecer, caminar por los juncos; pero ella no es eso, tan solo es su forma inmadura. Un día se rasga su coronilla y emerge su auténtico yo; esa iridiscencia de las alas forman­do una nebulosa redonda y cambiante alrededor de ese cuerpo de vivos colores que estalla en tu cabeza trayéndote la sensación de algo conocido, algo familiar y hermoso. Así te pide que rompas con las ilusiones que te retienen en tierra, que busques las partes de tus hábitos mentales que necesitas cambiar, que rompas el cascarón y te transformes en lo que en realidad eres. Porque en este mundo nada es lo que parece. Crees que la realidad existe acabada, es algo dado, pero se trata de una imagen que tienes de ella por un aprendizaje que no se ha obtenido de manera consciente en tu infancia. Ese aprendizaje y todo lo grabado es ilusión, es irreal y forma la base sobre la que por segunda vez se debe aprender de manera consciente, disolviendo poco a poco esa primera visión del mundo transmitida por la edu­cación en una edad no consciente de sí misma, como la larva que fue en su día el mundo tangible para la libélula, físico, solido, tan real; pero nada es lo que parece, porque lo auténticamente real no se percibe con los sentidos físicos.

Voy a hablarte de tu auténtico ser, el que habita dentro de tu caparazón que es tu cuerpo. Es una energía como una pila que se carga y se descarga de vitalidad, y mora en lo que en tu cuerpo físico es tu encéfalo y tu columna vertebral. A lo largo de ellos, hay siete centros nerviosos por donde se distribuye la energía al resto del cuerpo y cada uno de ellos vibra a una determinada longitud de onda. Tiene colores, no en un sentido físico, sino más bien manifies­tan espiritualmente la sensación de color del mundo físico. Fíjate ahora en la forma de la libélula; es como un cerebro con los dos ojos y el abdomen alargado como la co­lumna vertebral, y simboliza tu forma espiritual. Tu cerebro y raquis iluminados, y alrededor un color transparente, sutil, traslúcido y centelleante, como el vuelo de sus alas, como una sensación de color, pero sin densidad, como un reflejo sin sustancia. Ese eres tú. Una bola de colores transparente y cambiante como una pompa de jabón. Esa es la parte de ti real, la que aprende en la materia. La libélula es el mensajero del verdadero ser de cada criatura, de cada fenómeno dentro de la materia. Y te dice: aprende a ser consciente de lo que en verdad es realidad y lo que es ilusión en esta vida.

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Una respuesta a La libélula

  1. Jagad dijo:

    Bien interesante,…. te queria comentar en mi reciente viaje a Guatemala, un Tata,me comento que los insectos son mis aliados y mentores guias,pues estan entre el mundo fisico y el etereo…
    El tema es que hace unos dias ha aparecido un saltamontes, donde esta la lavadora y al verlo dije voila..,le abri la ventana para que siguiera su camino pero sigue ahi, lo he estado observando y le falta la ultima parte de una de sus extremidades…
    Te estaria muy agradecido si me dieses tu feedback
    Gracias

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